Que Rita Barberá tenga algo más que 7.000 fans en Facebook no es de extrañar, en todo caso hasta se pueden antojar pocos, lo curioso es que recién creada esta página tenga tal cantidad de fans. Tras consultar cuando pasaban 49 minutos de la creación de la página (mírese la parte de abajo de la imagen) y guardar el pantallazo tenía 7.876, cifra que sólo pasados unos minutos ha oscilado siempre a la baja en las primeras horas.

Si tenemos en cuenta que no existe ninguna publicación, contenido como fotos, aplicaciones de terceros, información del perfil etc. es más que extraño y esto nos llega a preguntarnos:

¿Estamos ante una compra de fans?

La compra de fans en Facebook es algo que está a la orden del día, se desconoce si es el caso, puesto que también cabrían algunas opciones como haber traspasado la página de otro perfil/usuario con todos sus seguidores a esta. En cualquier caso estamos ante una práctica que se podría considerar irregular y un engaño en el uso de las redes sociales.

Buena parte de culpa de esto la tiene la o las personas que llevan dicha cuenta, se comete un estrepitoso error al hacer hacer pública una página en la que aún siquiera han terminado de completar con los datos más básicos de la misma, lo que denota cierta falta de profesionalidad.

Facebook pierde credibilidad como red social cuando se ven y permiten prácticas tan habituales como estas, sean los fans comprados, traspasados o no, en cualquier caso no es algo aislado.

Curiosamente y justo hoy se conocía en la prensa la denuncia que se hacía acerca de otro político valenciano, en este caso del PSOE, que parece haber comprado 1.000 seguidores para su cuenta de twitter, se trata de Gabriel Echávarri @gechavarri en witter, es diputado por Alicante en el congreso y secretario general del PSPV-PSOE de Alicante. Tras ser pillado se excusa que se siente sorprendido de que hayan tantas personas de Norteamérica que decidan de repente y masivamente seguirlo. Sobre compra de followers también hablaba en este post.

En definitiva, en Social Media no todo vale, prácticas como estas no dejan en buen lugar a un perfil de alguien con cierta relevancia pública, sino que son todo un engaño, más si cabe si incluso han podido ser llevadas a cabo con dinero público y con fines políticos.

Página de Rita Barberá