Me planteo la siguiente pregunta ¿por qué hay gente que acumula puestos de trabajo mientras hay a quienes no se nos da la oportunidad de tener siquiera uno?
Sobre esa pregunta que me hago también planteo una reflexión que a mi modo de ver explica en parte una respuesta. Creo en medidas racionalizadoras del trabajo, cada vez más, en plena escasez de puestos es necesario y con el paro que sufrimos también debemos tomar medidas en este sentido, y no precisamente me refiero a los menos cualificados o con menor salario. Precisamente tenemos la generación mejor preparada y cualificada que ha tenido este país.
Pero no interesa aplicar ninguna medida en este sentido, no les interesa a quienes les va bien. Primero de todo, porque estamos cada vez más en un mercado laboral más abierto y con menor regulación donde la competitividad prima. Donde los derechos del trabajador (no digamos ya los esenciales para desarrollo personal o familiar) han quedado aparcados. Donde precisamente son los políticos y empresarios los más pluriempleados ocupando cargos y puestos, ¿cómo van a apoyar estos últimos medidas que precisamente vayan en contra de sus poltronas? En cambio, sí que favorecen que personas tengan que trabajar en dos o más puestos de trabajar para ni siquiera llegar al SMI, lo que todos conocemos como precariedad laboral.
Vivimos en una sociedad injusta, egoísta y en la que también por esta crisis y el paro que afecta al mercado laboral acentúa más aún la fractura social, a proyectos de vida.
Redistribución del empleo para reducir el paro, esa sería una buena idea, aunque tal como está la cosa parezca una utopía.