Ha pasado un mes desde que el #15m tuviera lugar y pasará a ser la referencia de una movilización sin precedentes en España, llenando calles de todo el país con un objetivo y motivos compartidos, solicitar unos cambios en esa democracia que tenemos para afrontar de otro modo esta crisis.
La manifestación ayer en fueron un rotundo éxito de afluencia, calles llenas durante todo el recorrido y sobre todo pluralidad en los asistentes, gente mayor, jóvenes, niños, familias enteras, personas de todo tipo de ideología y ciudadanos venidos de muchos puntos de la Región de Murcia.
Por el camino pasaron muchas cosas, algunas buenas, otras no tanto. En murcia las particularidades han sido la nota dominante, desgraciadamente en esto, como en otros muchos aspectos somos diferentes al resto. Mientras en otros lugares las acampadas no generaban rechazo, sino más unión en muchos casos, aquí se ha llevado a cabo movimientos que han restado, han olvidado las formas y los medios, y con ellos algunos intentado meter baza en base a objetivos de determinados partidos políticos. Ayer todos estos que han llevado esto podrían ponerse la medalla, no deberían. La convocatoria pese a ser ejercida por esos mismos (los que van o apoyan asaltar carrefour, 7RM…) fue un éxito . Lo de ayer fue una manifestación individual, una muestra más de lo que miles y miles de personas reclaman por aquello que las une, y no son ni banderas republicanas, ni antimilitarismo, ni feminismo, no, les une la indignación con esta crisis y democracia que no pone freno a la tragedias diarias que cada uno de nosotros conlleva consigo mismo.
Ahora es el momento, de abrir los ojos, de reflexionar de que esto, una gran movilización era lo que se venía pidiendo, no esas acampadas, y también hay que saber discernir entre lo importante y lo secundario, lo que 15.000 personas legitiman a perseguir en las calles y lo que no legitima. Digo esto porque probablemente estas 15.000 personas probablemente compartan con otras 200.000 que se quedaron en casa los mismos motivos por lo que salieron a la calle, se trata pues de entender la legitimidad de lo que pedimos, no podemos ir contra el resto que no estuvieron ayer, pero si podemos conseguir su apoyo. De la no radicalización y sensatez de lo que pedimos depende el éxito de ahora en adelante, caer en los mismos errores que la acampada Murcia sería un retroceso enorme en Murcia.
Es hora de tomar nota de lo que la gente pide y aunar, basta ya de restar, aprovechar esa marea de gente de ayer es importante.