Con la nueva reforma de la ley de propiedad intelectual aprobada por el gobierno los agregadores de noticias como Google News o Meneame deberán pagar una tasa por mostrar el contenido de medios de prensa que así lo requieran.
Resultan unos cambios insólitos que chocan contra el funcionamiento de la propia red y el modo en que esos propios medios se han también beneficiado de esos agregadores para generar tráfico hacia sus propias webs, una ley que rompe de lleno con esa dinámica y que está generando gran repercusión en la red.
Legislar de espaldas a internet
Partimos de la base de un error de bulto, el de no entender qué es internet y cómo funciona o ha evolucionado. Se cae en el mismo error de legislar desde ese punto de vista erróneo, como pasa con la música, para establecer o mantener una industria y modelo de negocio 1.0, pero con el agravante de que precisamente los medios de comunicación se han venido beneficiando de internet todo este tiempo, de hecho al amparo de la red han surgido nuevos medios digitales y han sido también la tabla de salvación para «los grandes» del 1.0 en justo lo que ahora quieren legislar.
El valor de la información es la clave
Ahora bien, si deciden cambiar esas reglas del juego, que hasta ahora les han reportado visitas y tráfico, tendrán también que plantearse bien qué valor real tiene ese contenido que ellos generan, y probablemente acaben por darse cuenta de algo que los usuarios venimos sabiendo desde hace tiempo. La información que nos puedan ofrecer esos medios «todopoderosos» ya no es fundamental para nosotros, por una razón principal, la tenemos más al alcance que nunca por cualquier otro medio o canal que queramos.
Es el usuario el que decide, también qué es relevante o cómo se consume la información, y esto último es lo que precisamente choca de frente con los recientes cambios en la ley de propiedad intelectual.
Consecuencias
¿Y si Google decidiese no indexar más las noticias de los periódicos que pidiesen una tasa? Probablemente lo hará y esto provocaría que a largo/medio plazo se acelerarían los cambios de reestructuración en los medios de prensa tradicionales. Se lograría por tanto un efecto contrario al de esta ley, que justo persigue perpetuar el poder de esos medios tradicionales (ahora grandes grupos corporativos) que abocaría a los «grandes» a tener que cambiar por completo su modelo de negocio y supondría un pequeño empujón para aquellos pequeños medios digitales nacidos ya con el internet 2.0.
Hasta aquí mi breve reflexión al respecto, ¿y a ti qué te parece?