Voy a contar una triste historia, que empieza muy bien pero que acaba en tragedia.
Imaginad un monstruo, que siendo pequeño es mimoso, dulce, bonito y repleto de energía. Imaginad que a este pequeño monstruo lo alimentamos con galletas y a medida que lo alimentamos sigue creciendo más y más. Llegado el momento el monstruo necesita tanta comida para saciar su enorme apetito, de tal modo que los que lo alimentan no tienen más recursos para ello. En ese momento es cuando ese monstruo se vuelve irascible, malvado, egoísta, para finalmente acabar por comerse a quienes le han dado de comer.
El final no tiene por qué ser así, esperemos.
A lo mejor el monstruo necesita tener una indigestion de galletas para darse cuenta que no puede seguir así, y empezar a comer otras cosas….;)
Yo no desisto de que eso pueda suceder 🙂
Me da mucha tristeza la historia, y me niego a que tenga un triste final…
Ellos también hablan de lo mismo.
http://elattabachronicles.wordpress.com/2011/05/24/crecer-o-morir/
A lo mejor es que se están planteando las cosas así, con mucha prisa, y las prisas no son buenas consejeras.
🙁