Conmoción y un vuelco absoluto a internet tal y como lo conocemos hoy.
El FBI a petición de la corte del departamento de Justicia de Virginia cierra la empresa y arresta varios de sus empleados por delitos contra la propiedad intelectual y acusando a la compañía de causar unas perdidas por 500 millones de dólares por alojar películas. Se enfrentan a penas que podrían alcanzar los 50 años de prisión.
Este ataque es lo más parecido al cierre de Napster, quizás incluso superior, pues actualmente el acceso a internet y el consumo de contenidos es infinitamente superior.