Estos días se cumplen dos años del nacimiento del #15M, un segundo aniversario que quizás sirve para hacer balance, echar la vista atrás y valorar como ha evolucionado todo, para darnos cuenta de dos cosas: que nuestro país ha ido a peor con esta crisis que ya se avanzaba por entonces y que aquello que empezó en las calles bajo unas siglas creció y se replicó en otros movimientos que hoy están muy vivos.
El domingo pasado se celebraban manifestaciones por toda España, algo que evidenció una cosa, el desgaste y el menor seguimiento que generan estas convocatorias en España bajo estas siglas. Por ejemplo en una ciudad como Murcia no hubo ningún acto ni manifestación el 12M. ¿Entonces está muriendo el #15M? No, sólo que está mutando y se ha convertido en otras plataformas.
Todavía recuerdo aquellos primeros días tras el #15M, la verdad es que se nos llegó a decir que eramos de todo, desde infiltrados del PSOE, perroflautas, antisistemas…No, eramos en la mayoría jóvenes, que estábamos preocupados por nuestro país, por el futuro, por una democracia que nos habían vendido como buena y que sin embargo se podía mejorar. Estabámos ávidos de hablar de política, de democracia. Por esa época eran muy pocos los colectivos que se adhesionaron a nuestra causa, ni sanitarios, ni profesores, ni jueces, ni periodistas etc. No había ninguno de los colectivos que ahora se manifiestan en las calles metidos dentro del 15m, directamente nos daban la espalda, con la excepción de la PAH, ellos por entonces ya asistían a asambleas. Sin embargo, y pese a ese mirar para otro lado de esos colectivos, el #15M siguió adelante en su poder de convocatoria y ganando adectos de forma individual. Quizás una de las causas para que no se sumasen más colectivos fue que por entonces no teníamos ni la crisis de ahora ni los recortes.
Durante estos dos años el 15M ha servido para sentar las bases de otros movimientos que en mayor o menor medida actúan de un modo similar en su funcionamiento, se trata de las mareas (blanca, verde, negra…) y por supuesto la PAH. Hace dos años recuerdo plazas llenas de gente, con un Rubalcaba que no se atrevía a desalojarlas mientras se gritaba aquello de «PPSOE lo mismo es», y no, el tiempo desde luego ha puesto matices. Hoy es impensable que el gobierno del PP permita siquiera tomar una plaza, como también trata de evitar las manifestaciones, sancionando indiscriminadamente manifestantes así como el empleo de la fuerza y la violencia por parte de las autoridades, un rechazo absoluto a cualquier plataforma que se evidencia llamando nazis por ejemplo a la PAH; izquierdistas radicales antisistema a los sanitarios de la marea blanca; así entre otras muchas barbaridades que por desgracia venimos oyendo de este gobierno. Por lo tanto, no estamos igual que antes, sino peor y con más represión.
El 15M tuvo algo muy positivo, nos enseño a todos cómo partiendo de lo individual podíamos generar un frente colectivo de toda la ciudadanía, ese fue el mayor descubrimiento, algo que hoy los movimientos mencionados llevan a cabo, sin embargo, con diferentes intereses, con objetivos más concretos.
Ese espíritu de aquel mes de Mayo sigue vivo, puede que dormido, pero muy vivo, sólo hace falta despertarlo.