Hasta anoche las manifestaciones y convocatorias no habían tenido como protagonistas la violencia, era tensión, la propia entre dos grupos enfrentados, los indignados y la Policía. Pero anoche llego la sangre, los palos, las cargas policiales, por las calles de nuevo la palabra represión, tan utilizada estos días toma otro punto de vista, otro desde la violencia, no como hasta ahora que más bien se podía entender como contención.

Es fácil con esa actuación de anoche sacar algunas conclusiones, la más clara es que la policía ha perdido los papeles, ayer daba palos, y minutos más tarde, el sindicato de la policía emitía un comunicado en el que decía estar con el #15m y estar de acuerdo en las exigencias propuestas, al mismo tiempo le daba un tirón de orejas al ministerio de interior por lo que ellos entienden se trata una serie de actuaciones llamando claramente al sentido común.

El comunicado emitido es lo más sensato que he leído todo estos días, lo más correcto en los argumentos y por contra lo más extraño por estar en plena contradicción con los hechos.

Por otro lado llevan ya varios días cortando el tráfico en torno a Sol, prohibiendo el acceso a viandantes y la situación ya se empieza a volver más complicada, motivo por el cual salen más críticas a la situación desde la propia policía.

¿Después del comunicado de ayer como entendemos seguir con la misma situación en el tiempo? ¿ o cómo justificar la utilización de la fuerza en próximas ocasiones? Se les empieza a ir de las manos la situación, y lo peor, saben que están sembrando más agitación con la inminente llegada del Papa y que para entonces puede haber lío y de los gordos en Madrid.