De unos días a esta parte venimos apreciando que el movimiento 15m se esta deshinchando, muchos de los que andamos metidos en el movimiento percibimos como las peticiones y consignas iniciales se han ido diluyendo con el paso de los días, pasando a ser un abandono de personas afines a las ideas iniciales (caso de muchos y mío), y ya no sólo es grave la perdida de personas que nutra al grupo, sino que están llegando otras que no aportan o toman las que otros han trabajado estos días. Como decía una acampada no es un fin, ahora mismo para muchos de los que están allí lo es.
Ayer proponía dos opciones, o desalojar por las buenas o por las malas, la primera es voluntaria, organizada y con alternativas futuras, la segunda es caer en saco roto todo. Acampar era en un principio algo que pretendía llamar la atención de quienes no sabían del movimiento, en especial medios y políticos, pero pasado el tiempo el factor sorpresa ha desaparecido, ahora ya acampar provoca más rechazo que apoyos en la opinión pública, esa que tenemos que ganarnos y que nos habíamos ganado, esa que engloba tanto al vecino, a la abuela, o al medio local que publica artículos. Prolongar las acampadas en el tiempo sólo lleva a empeorar la imagen que del movimiento se da, puesto que el movimiento 15m no son acampadas, es la indignación de muchos miles de personas para pedir un cambio en la política y la sociedad de este país. No es posible avanzar con el movimiento si se sigue vinculando con las acampadas y todo ese día a día que en ellas se lleva a cabo.
¿Y ahora qué? pues el paso más lógico sería esperar que las acampadas acabasen, con consenso de mínimos, y crear un movimiento ciudadano a nivel nacional, nada de ir en cada comunidad o provincia por su cuenta, cuantos más estemos en el mismo barco mejor. Ese movimiento ciudadano podría ser plataforma, asociación o partido, llamémoslo como queramos, pero sería a través del que se articularían todos los siguiente pasos por llevar a cabo, por dos vías, una de negociación con Gobierno, Oposición u otros Organismos. Se le daría salida al consenso de mínimos u otras propuestas que fueran aprobadas. La otra vía sería la de presión social y de movilización, mediante manifestaciones y actos reivindicativos a nivel nacional.
Pero en todo esto hay un actor fundamental que aún no se ha pronunciado, se trata de Democracia Real Ya! , lo que hagan y que postura (liderazgo o sólo apoyo) tomen será de vital importancia.
No sabemos que pasará, pero si sabemos que el movimiento debe evolucionar, sino morirá también con las acampadas.
Somos muchos con muchas ideas, propuestas y decisión de cambio, no dejemos que eso muera.
Sólo puedo decir que suscribo tus palabras.
Es cierto que siempre dije que me plantaría en la Puerta del Sol a ser una indignada más, que no me gusta lo que se está haciendo ni cómo está yendo este país, que no me gusta que me tachen de tonta unineuronal que ni me planteo lo que nos cuentan o nos dejan de contar (suele ser más importante lo que no nos dicen que lo que sí); pero hoy por hoy no me sentaría en esa acampada puesto que lo que se dijo y por lo que se estaba no es por lo que hoy se está, o por lo menos así lo deduzco yo con lemas como, por ejemplo, ‘abajo la monarquía’.
No soy ni republicana ni monárquica, pero no creo que sea el momento de que los antisistema se aprovechen de un movimiento que no es suyo para llevarlo a la ruina más próxima. Se está perdiendo la esencia de esta acampada pacífica. Nos estamos quedando sin voz porque la que hay es totalmente afónica.
Espero que las cosas cambien por el bien de todos y que no se dé lugar a más imágenes como las de ayer.
Con respecto a la policía, cierto es que primero te dan un tiempo para el desalojo y que avisan; quien aun seguía allí salió escaldado por su valentía u osadía en pro de una causa casi ya perdida.
Es muy triste, pero tan cierto como que existimos y dejaremos de hacerlo algún día.
Küsse.