Pedro Sánchez se está quitando la careta, si sólo hace unos días llamaba a Sálvame para decir que impulsaría medidas contra el maltrato animal y así alentar el voto de personas antitaurinas contra la tauromaquia, tan sólo le han bastado unos días para hacer semejante declaración que va precisamente en la línea contraria a la defensa del maltrato animal.

Si por algo se está caracterizando el nuevo secretario general es por cometer las mismas torpezas que sus antecesores en el cargo, la tibieza en sus manifestaciones, la falta de coherencia en sus palabras o las continuas veces que incurre en no cumplir con la palabra dada. Cabe recordar que antes de ser elegido manifestó que habrían primarias antes de final de año y que al poco de ser elegido se parapetó en lo que dijeron desde filas socialistas para no hacerlas. O más reciente aún, negarse a debatir con Pablo Iglesias, a pesar de hacer alardes por activa y por pasiva, también por programas de Tv, en los que siempre ha dicho estar abierto al debate y al diálogo.

Pues va  a ser que no, que Pedro Sánchez no trae nuevos aires al PSOE, ni a la política. De momento bajo esa fachada de tipo atractivo, moderno, cercano, de buen orador, se esconden los mismos defectos de esos mismos políticos a los que los ciudadanos ya tenemos calados, de los que estamos hartos de escuchar mentiras y mensajes vacíos.

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