Mentiras ahumadas

Ha pasado casi quince días de la entrada en vigor de la ley antitabaco, las reacciones de unos y otros siguen, las mentiras sin embargo van cayendo por su propio peso con el devenir de los días. Ni la hostelería ha visto mermados sus ingresos ni el fumador ha dejado de ir a un bar o una discoteca. Mucho de boquilla, mucho ruido pero la realidad es otra, muy diferente, pese a que muchos aún así les cueste, se empeñen en llevar la contraria y en no reconocerlo. En resumidas cuentas, la ley se esta cumpliendo, la ley esta siendo un rotundo y tremendo éxito.

Al hilo de todo esto que cuento el otro día Ignacio Escolar hacía una acertada lista con siete falacias que se han oído antes y después de aprobar esta ley:

 

Siete falacias pro tabaco

Tag: Estrategias oblicuas — Ignacio Escolar @ 6:06 am

En orden de aparición en cualquier discusión, tertulia o columna de opinión sobre la nueva ley antitabaco.

1. El Estado no es quien para decidir de qué me quiero morir. Pero sí lo es para proteger a los que no fuman y mueren por el tabaco ajeno. Cada año, entre 1.300 y 3.000 fumadores pasivos fallecen en España como consecuencia directa del humo del tabaco, según varios estudios médicos. Los más afectados son los trabajadores de la hostelería.

2. Es la ley más restrictiva de Europa. Es casi idéntica a la de Irlanda, Italia y Reino Unido, y muy similar a las que aprobarán otros países para cumplir con la política antitabaco de la UE.

3. Es una cortina de humo del PSOE para esconder la crisis económica. Pues fue negociada con el PP y aprobada por consenso, con el apoyo de la práctica totalidad del Congreso.

4. ¿Y por qué no se persigue el humo de los coches? Sí se persigue, aunque sea poco: hay controles sobre el nivel de emisiones en cada revisión de la ITV. Que un problema aún no esté resuelto no impide luchar contra otro (y tampoco puedes entrar en un restaurante con el coche encendido).

5. Es una ley hipócrita porque el Gobierno prohíbe el tabaco, pero cobra impuestos con él. El tabaco no está prohibido: se puede fumar en el 99% del país (al aire libre y en cualquier casa). También pagan impuestos los automóviles y no por eso se puede conducir por la acera atropellando peatones.

6. Va contra la libertad, la convivencia no debería basarse en prohibiciones. Pues todo nuestro sistema legal se basa en ellas y tu libertad termina donde empieza la de los demás. Como ironiza un amigo, “¿te molesta que coma mientras fumas?”.

7. Los bares no son un servicio público; el que no quiera fumar, que no entre. Los bares también son un centro de trabajo: el de los camareros. Y como dice Isaac Rosa, este argumento es reversible: el que quiera fumar, que se vaya fuera.

fuente: Escolar.net

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